niños al comedor y los padres en casa

Eslamia escrito:

La calidad no es demasiado buena. Aunque presumen de comedor propio, no lo vemos como para echar cohetes.
Siempre se han quedado por necesidad, y se han acostumbrado bien a ello. Les gusta el patio de después, pero es cierto que en verano pasan calor allí y en invierno mucho frío. No se si estoy intentando autoconvencerme...
El caso es que en parte lo hemos hecho por ellos. Nos daba pena que echaran tantas horas en el cole, que caray, echan allí despiertos más horas que con nosotros, y queríamos darles un poco de eso que nosotros si tuvimos de pequeños: comer en casa, una siesta después de comer, un rato de charla, que nos cuenten como fue la mañana, etc. Por ellos y por nosotros, pq a mí marido le lleva tiempo pensando el tiempo que echan en el cole y dice que así está con ellos esas dos horas. El es quien lo hará.
Tienen 8 y 5 años. Y no hacen extraescolares al mediodía, habría 2h para comer. :)
Me gusta leer vuestros puntos de vista!

Mis hijas nunca se han quedado al comedor porque a nosotros (bueno a mi, que tampoco nunca me quedé) nos daba pena y nos las hemos ingeniado para evitar comedor, colonias urbanas... El comedor de mis hijas era horrible: linea fría, calentaban la comida en bandejas mugrientas de plástico, comida de dudosa calidad (panga), monitoras bastante malas (de todo había, eh)... Como tú dices pasaban frío y calor, porque es que las monitoras en invierno ni controlaban que llevasen abrigo, y en verano (cuando pega fuerte el calor) les daba igual que estuviesen al sol.

También me pongo en el lugar de tus hijos, que justo ahora que se van haciendo mayorcitos, especialmente el de 8 años, y lo pasarán genial jugando con los amigos, y la comida, si es cocina propia, tampoco estará tan mala... Quizás como te decían, igual un punto intermedio, unos días sí y otros no... Lo mejor hubiera sido preguntarles a los niños.

Igual ahora se amoldan a comer en casa y en septiembre prefieren estar en casa. Otra opción es empezar el curso comiendo en casa, y en octubre que decidan. ¡Qué complicado! Con los hijos nunca se sabe cómo acertar.